Tras una semana frenética en la que mi media de dormir han sido cuatro horas por día (y no, no precisamente por estar de fiesta...). De entre todas las pendientes de mi lista escogimos La Cruda Realidad, por la sencilla razón de que tenía ganas de reirme y no pensar demasiado... (xD). Hay mucha gente que desprecia y critica duramente el género de la comedia romántica, yo creo que no lo merece. No es ni mucho menos mi favorito, pero nunca me ha dado por criticar a un género que da lo que promete y en el que la gente sabe lo que va a ver. Es decir, no va engañada, no piensa que va a ver el colmo de la profundidad... No hay ningún motivo de queja si pides unas patatas fritas y te dan patatas fritas, si la hay si te crees que vas a comer de gourmet y te encuentras con otra cosa... Una película que da lo que promete (e incluso más de lo que esperaba) para mí no es un fiasco. Y por eso me ha gustado La Cruda Realidad.
Los únicos spoilers aquí presentes son los de la total previsibilidad que tiene toda comedia romántica, nada que no sepas sabiendo que es una comedia romántica americana típica made in Hollywood...
Las críticas a La Cruda Realidad vienen mayoritariamente porque, si bien parte de un planteamiento más original que la mayoría de estas comedias románticas al final se rinde a la estructura clásica de estas comedias y a la previsibilidad que las caracteriza. Para mí, con todos los respetos, esto es una tontería, quejarse de que una comedia romántica típica sea previsible... Vale, sabemos que todos los protagonistas de comedia romántica acabarán juntos y felices (que nadie diga por favor que le he destripado algo...), sabemos que pondrán dificultades nimias (no el dramón del siglo porque eso es otra cosa...), discusiones divertidas entre medias y acabarán juntos, eso es lo que la hace una comedia romántica. ¿Algo que objetar? En ningún momento, en casi ninguna comedia romántica típica (made in Hollywood y protagonizada por la nueva novia de América), por muy original que sea, por mucho que la compliquen, por mucho que esos dos se pongan a parir... Nunca dudamos ni por un segundo que esos dos van a acabar queriéndose, felices y comiendo perdices. Y esa certeza de que al final todo va a acabar bien hace que sea de lo más fácil (tanto que es hasta exagerado hablar de predecible, porque no es ni predecir, es saber, no hay que ser un lumbreras, estas comedias románticas no ocultan sus cartas), unir los hilos. Sé que no todo el mundo pensará lo mismo pero quejarse de que esta comedia romántica sea predecible es para mí como ir a ver una película violenta y quejarse de que se pasan parte de la película dándose manporros.
Para mí La Cruda Realidad tiene muchas virtudes si se compara con las habituales de su género, tampoco quiero ponerla demasiado por las nubes porque sospecho que me ha gustado porque me esperaba algo peor, tampoco algo malo, pero algo acorde con lo que considero la media de este tipo de películas.
Lo divertido y original no se agota con lo que han mostrado en el trailer. Y es COMEDIA.
La mayoría de las comedias románticas no son sólo previsibles, sino que es haber visto el trailer y ya haber visto los momentos más "algidos", divertidos de toda la película. Observas que en el trailer ya estaba todo lo que era mínimamente destacable, que hay poco más y esas escenas ya no te sorprenden ni te hacen gracia en el cine. Primero, porque las comedias románticas no suelen ser desternillantes precisamente, son más bien situaciones simpáticas que graciosas. Segundo, porque una escena tendría que ser absolutamente graciosa y genial para provocarte una carcajada cuando ya has visto el trailer una y otra vez. En La Cruda Realidad hay más de lo que muestra el trailer, bastante más y las escenas que ya prometía el trailer son aún mejores vistas en la película, yo al menos con alguna escena me he reído más al verla entera que viéndola en el trailer sin conexión con nada más.
Una comedia romántica que puede hacer reir a los hombres (y teniendo en cuenta que a algunos van sólo como acompañantes, se agradece)
Se comprende que la comedia romántica no sea el género favorito de los hombres, una protagonista desesperada por encontrar al hombre perfecto... No sé si a mí me gustaría el planteamiento contrario, el desesperado en busca de doña perfección. A través del personaje de Gerard Butler veo muchos de los comentarios que un chico diría a las típicas protagonistas de comedia romántica (no en el sentido gamberro, pero sí ese tono de "Sigue esperando al hombre perfecto, sí...").
Excelente química entre Katherine Heigl y Gerard Butler, en concreto Butler, porque su personaje es lo mejor de la película, lo que la da la originalidad.
El final es quizás algo brusco, pero, en definitiva, La Cruda Realidad es un soplo de aire fresco para el género. Recuerdo pocas comedias románticas con las que me haya reído en el cine y no simplemente sonreir (que es lo habitual).
La siguiente comedia romántica que probablemente vea será 500 días juntos que se presenta como una comedia romántica (o no-romántica) sobre un amor no correspondido. Para los que querían una comedia romántica totalmente fuera del molde (en planteamiento y final) ésta parece que debe ser la elección. La Cruda Realidad es la misma receta de siempre, aunque con alguna innovación bastante agradable y cocinada con más gracia (sí, en esta crítica me dio por las metáforas culinarias...).
Los únicos spoilers aquí presentes son los de la total previsibilidad que tiene toda comedia romántica, nada que no sepas sabiendo que es una comedia romántica americana típica made in Hollywood...
Las críticas a La Cruda Realidad vienen mayoritariamente porque, si bien parte de un planteamiento más original que la mayoría de estas comedias románticas al final se rinde a la estructura clásica de estas comedias y a la previsibilidad que las caracteriza. Para mí, con todos los respetos, esto es una tontería, quejarse de que una comedia romántica típica sea previsible... Vale, sabemos que todos los protagonistas de comedia romántica acabarán juntos y felices (que nadie diga por favor que le he destripado algo...), sabemos que pondrán dificultades nimias (no el dramón del siglo porque eso es otra cosa...), discusiones divertidas entre medias y acabarán juntos, eso es lo que la hace una comedia romántica. ¿Algo que objetar? En ningún momento, en casi ninguna comedia romántica típica (made in Hollywood y protagonizada por la nueva novia de América), por muy original que sea, por mucho que la compliquen, por mucho que esos dos se pongan a parir... Nunca dudamos ni por un segundo que esos dos van a acabar queriéndose, felices y comiendo perdices. Y esa certeza de que al final todo va a acabar bien hace que sea de lo más fácil (tanto que es hasta exagerado hablar de predecible, porque no es ni predecir, es saber, no hay que ser un lumbreras, estas comedias románticas no ocultan sus cartas), unir los hilos. Sé que no todo el mundo pensará lo mismo pero quejarse de que esta comedia romántica sea predecible es para mí como ir a ver una película violenta y quejarse de que se pasan parte de la película dándose manporros.
Para mí La Cruda Realidad tiene muchas virtudes si se compara con las habituales de su género, tampoco quiero ponerla demasiado por las nubes porque sospecho que me ha gustado porque me esperaba algo peor, tampoco algo malo, pero algo acorde con lo que considero la media de este tipo de películas.
Lo divertido y original no se agota con lo que han mostrado en el trailer. Y es COMEDIA.
La mayoría de las comedias románticas no son sólo previsibles, sino que es haber visto el trailer y ya haber visto los momentos más "algidos", divertidos de toda la película. Observas que en el trailer ya estaba todo lo que era mínimamente destacable, que hay poco más y esas escenas ya no te sorprenden ni te hacen gracia en el cine. Primero, porque las comedias románticas no suelen ser desternillantes precisamente, son más bien situaciones simpáticas que graciosas. Segundo, porque una escena tendría que ser absolutamente graciosa y genial para provocarte una carcajada cuando ya has visto el trailer una y otra vez. En La Cruda Realidad hay más de lo que muestra el trailer, bastante más y las escenas que ya prometía el trailer son aún mejores vistas en la película, yo al menos con alguna escena me he reído más al verla entera que viéndola en el trailer sin conexión con nada más.
Una comedia romántica que puede hacer reir a los hombres (y teniendo en cuenta que a algunos van sólo como acompañantes, se agradece)
Se comprende que la comedia romántica no sea el género favorito de los hombres, una protagonista desesperada por encontrar al hombre perfecto... No sé si a mí me gustaría el planteamiento contrario, el desesperado en busca de doña perfección. A través del personaje de Gerard Butler veo muchos de los comentarios que un chico diría a las típicas protagonistas de comedia romántica (no en el sentido gamberro, pero sí ese tono de "Sigue esperando al hombre perfecto, sí...").
Excelente química entre Katherine Heigl y Gerard Butler, en concreto Butler, porque su personaje es lo mejor de la película, lo que la da la originalidad.
El final es quizás algo brusco, pero, en definitiva, La Cruda Realidad es un soplo de aire fresco para el género. Recuerdo pocas comedias románticas con las que me haya reído en el cine y no simplemente sonreir (que es lo habitual).
La siguiente comedia romántica que probablemente vea será 500 días juntos que se presenta como una comedia romántica (o no-romántica) sobre un amor no correspondido. Para los que querían una comedia romántica totalmente fuera del molde (en planteamiento y final) ésta parece que debe ser la elección. La Cruda Realidad es la misma receta de siempre, aunque con alguna innovación bastante agradable y cocinada con más gracia (sí, en esta crítica me dio por las metáforas culinarias...).
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