La última película que vi en el cine fue El Niño con el Pijama de Rayas, basado en la novela homónima de John Boyne, que aclararé que no he leído (antes de que alguien piense ¿Entonces qué diablos leyó usted el año pasado? ¡Pero si todo el mundo leyó ese libro! Pues no, no lo leí, leí otras cosas...)
Berlín, 1942 – Bruno (Asa Butterfield) tiene nueve años y desconoce totalmente
el significado de la Solución Final y del Holocausto. No es consciente de las
pavorosas crueldades que su país está infligiendo a los pueblos de Europa. Todo
lo que sabe es que su padre (David Thewlis) ha ascendido en su trabajo y que ha
pasado de vivir en una confortable casa de Berlín a una zona aislada en la que
no hay mucho que hacer y sobre todo nadie con quien jugar. Pero todo cambia
cuando conoce a Shmuel (Jack Scanlon), un chico que vive una extraña existencia
paralela al otro lado de la alambrada y que, como todos los que habitan allí,
viste un uniforme similar a un pijama de rayas. La amistad de Bruno con Shmuel
marcará el fin de su inocencia infantil. Sus encuentros secretos desembocan en
una amistad cuyas consecuencias serán asombrosas y devastadoras.
Una de las cosas que siempre me pregunté cuando veía películas o documentales sobre el nazismo eran los oficiales que vivían cerca de los campos, con sus familias. ¿No chocaba que seguramente fueran unos amorosos y comprensivos padres, con lo que era su trabajo en un campo de concentración? En las películas nunca se nos mostraba eso, o no nos mostraban “lo que no era su trabajo” y cuando nos mostraban un poco nos daban a entender que eran igual de crueles o inhumanos en todas las facetas de su vida. ¿Un nazi queriendo a sus hijos? ¡Por favor! Pareciera que en el cine y en todas partes hay temor a humanizar “a los malos”, como si eso fuera a convertirlos en menos malos. Pero no es así, a mi me da infinitamente más miedo “un malo” humanizado. Porque me parece más real, porque me lleva a creer que la maldad no es tan poco común, ni tan anormal como quisiéramos creer. Cuando miramos al nazismo nos encantaría creer que solo fueron “cuatro malos anormales”, pero lo que da más miedo, es que no fue así.
Así pues la película trata la vida de la familia de un oficial nazi que vive cerca de un campo de concentración y especialmente interesante es cuando Bruno y Shmuel hablan de que sus respectivos padres “son buenos hombres” y es que, por supuesto, desde lo que Bruno conoce, no hay nada que pueda convertir a su padre en un mal hombre: cuida de su familia, es buen padre…
Ver el nazismo desde los ojos de un niño que no comprende demasiado ya lo hizo Roberto Benigni en “La Vida es Bella” película mucho más memorable que “El Niño con el pijama de rayas” desde mi opinión. Y es que el mayor problema que yo le veo a “El Niño con el Pijama de Rayas” es que está bien hecha, aceptables interpretaciones… y sin embargo, no tiene ese “algo” que tienen ciertas películas para que uno se acuerde de ellas o le dejen un recuerdo especial (más allá del argumento, pero películas sobre el Holocausto hay muchas y algunas mejores que ésta). Seguramente es una adaptación más que correcta, pero le falta “alma”, también son muy correctas ciertas miniseries de la BBC y les falta la magia que tiene el cine. Es digna, aceptable, todo lo que se quiera, pero lo que realmente veo mejor es el argumento, y en este caso, para un argumento, ya está el libro.
El cine es mucho más que argumento (también las novelas que conste, un buen escritor hace maravillas con argumentos sencillos). En cine quiero que me lo magnifiquen todo, quiero que me demuestren porque esa novela merecía o necesitaba ser llevada a la pantalla (no solo porque haya sido best-seller y la gente ya va sola al cine), aportar algo… La sensación que me queda (repito, aún no habiendo leído el libro) es que no se ha hecho la película que podía haberse hecho, que no se ha sacado todo el jugo a la historia, ni a los personajes… No voy a decir que sea mala, sería injusto valorarla como mala por lo que podía haber sido. Que es correcta (¿Quizás fria salvo en fragmentos?), buena y nada más. Pero que podía haber sido memorable y mucho más entrañable.
Lo mejor: La historia, los actores. Perspectiva original.
Lo peor: No aprovecha el potencial de la historia, ni toda la emoción que puede crear. Pasa por encima de la mayoría de los personajes. Perspectiva original, poco tratada en el cine, pero no aprovechada.
¿Recomendada? Sí. Jamás diría a nadie que no fuera a ver "El niño con el pijama de rayas" Lo que pasa es que con este tipo y estilo de películas (más si pagas 6,90 euros en el cine xdD) una espera casi la perfección, y encontrarse solo con que es "buena-aceptable" conlleva cierta decepción. Pero no se puede negar que "El niño con el pijama de rayas" es bastante, mucho mejor que la media de las películas que pisan los cines, y la sensación de que no se ha aprovechado lo buena que podía ser, no impide que la recomiende.
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Sobre el argumento, para los que ya lo hayan visto o leído el libro:
Separado puesto que esto es una crítica al argumento, que seguramente será igual en el libro. El nivel de ingenuidad de los personajes llega a veces a ser molesto. Me resulta extraño el nivel de desconocimiento de la esposa, pero podría ser justificable (en cuanto a las cámaras de gas). Pero el desconocimiento que muestran los hijos (destacando la hija mayor) sobre el nazismo si que parece un error ¿No haber oído nunca sobre el nazismo en la Alemanía nazi (no ya todos los detalles, sino del nazismo en general)? Cualquier dictador lo primero que hace es llenar la enseñanza con consignas de su ideología, y Hitler no era la excepción. Los niños de la Alemania nazi no necesitaban vivir al lado de un campo de concentración, ni tener un padre comandante nazi para haber oido o asimilado ya ciertas cosas. El desconocimiento de Bruno de 8 años en cuanto sirve al propósito de la historia y también podemos argumentar que era pequeño o nunca entendió lo que le decían en clase, puede ser comprensible. Pero el desconocimiento de los demás personajes roza lo rídiculo (la niña que en 1942 hasta que llega ese profesor y se encapricha de Kotler parece que no tiene ni idea ni de quién es Hitler...) y eso de que en la película casi se vean más opositores al nazismo que partidarios:la madre y la esposa del comandante (Vera Farmiga, Infiltrados) y el padre de otro personaje nazi Lt Kotler (Ruper Friend, Orgullo & Prejuicio) aunque solo es mencionado se da a entender que también lo es, es como si fuera "incorrecto" mostrar a una familia de ideología nazi. Porque hay que asumirlo, como dije antes, parece que en la película el padre queda como "el pirado-anormal nazi" pero estamos en la Alemania nazi, y no eran cuatro gatos los que pensaban así.
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